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martes, 25 de junio de 2013

Todo cuanto dicen

Dicen las malas lenguas que existen las buenas.
Que las puñaladas no son siempre por la espalda.
Que se confunde el blanco con el negro y viceversa dependiendo del estado de ánimo.
Dicen que no pueden volar los pingüinos 
Que perro ladrador poco mordedor.
Que todos lo chinos son iguales. 
Dicen que no hay mal que por bien no venga.

Y yo les digo que vale, que no me lo creo.

Que las lenguas son tan sólo carne roja en poder de quienes la mueven y que no tienen por qué comportarse bien o mal sin que se les oiga mal o bien.

Que las puñaladas a veces también pueden ser caricias de hierro buscándo despertarte, como cuando se tocan los colgantes de quienes se quieren en un abrazo fundido.

Que la vida es del color del que lo quieras pintar y que cuando vas juntando los colores haces de tu vida un cuadro. Que se puede y se debe esperar hacer del cuadro de tu vida una obra de arte.

Que a mí nadie me va a enseñar sobre pingüinos por ser mi animal y que si no vuelan es por no querer levantar los pies del suelo, enseñan su traje negro y blanco allí donde van y que vuelan cuando nadie les mira. Vuelan porque aunque el mundo diga que no, ellos saben que son libres y que podrán hacer del cielo la noche estando todos juntos. Porque los pingüinos nunca andan solos, y que volar lo hacen cuando la ocasión lo merece.

 Dicen de los perros cuando son malos que están en celo, que tienen la rabia y les ponen bozales. Todo eso se podría evitar, todo se evitaría preguntándoles que es lo que les pasa. Si el perro es nuestro mejor amigo ¿por qué callarle con un bozal? Yo no trato así a mis amigos. Los amigos no pueden tratarse así, menos el animal con el que tantas horas dices que pasas y que siempre está a tu lado.

Tratar a los chinos como si fuesen todos iguales tan sólo hace que nunca nos terminen de abrir los ojos y que nos desconfíen. Nadie es igual en este mundo. De la diferencia surge la humanidad y de la humanidad surge la diferencia que nos hace disfrutar la vida.

Dicen que no hay mal que por bien no venga... Y eso sí que es cierto. :]