Una persona que haya nacido en 1993 en el seno de una
familia de clase obrera acomodada habrá conocido en su infancia todo tipo de
valores, pero nunca el de la negativa.
Quizás por eso, esa misma persona entre los años 2010-1012
haya sufrido una serie de cambios, una serie de desilusiones.
Quizás esa persona haya sido criada para un mundo que no
sería el suyo por mucho tiempo, un mundo que todos sabían y nadie comentaba que
iba a desaparecer. Por eso mismo a día de hoy huye de negativas, se refugia en
ideales y lucha con palabras contra personas a las que en realidad jamás ha
visto, pero que le venden como culpables.
Porque siempre todo acto tiene detrás un culpable, una mano
ejecutora.
Quizás no puedas esperar de esta persona más que la rabia y
la locura cuando llegue a la situación de no tener absolutamente nada para
seguir perdiendo…
Una persona entre la gente.
Una persona que jamás ha hecho nada, que no entiende que
tenga que ser castigada por algo que jamás hizo y que si llegó a hacerlo fue
por la presión social de aquellos que siempre ganan. Aquellos que exigen el
castigo de las personas.
Si al menos esa persona pudiera huir a algún lugar del mundo
donde pudiera dejar de fingir y comenzara a sentir y a gritar sin vergüenza ni
prejuicios…
Pero hay personas que existen y comienzan a existir
desgastados por penas más grandes que la Luna, penas que como ella tapan el Sol
de la vida por muy grande que sea.
Y es que gente son aquellos que enmudecen ante las preguntas
y personas somos quienes comprendemos el por qué una persona muere por propia
mano al sentirse indefenso y acorralado.
Que ser gente o persona sólo depende de lo que sientas en tu
corazón por ti mismo y por los demás.
Que en este mundo somos siete mil millones de humanos, pero
nadie hace nunca recuento de personas...
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