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jueves, 17 de mayo de 2012

Como antecedente deberas saber quierido lector que esta entrada la dedico a un primo muy querido mía que murió un 6 de Enero de 2012 cayendose desde una terraza, le he dedicado mil escritos pero este es quizas el mas fácil de leer pues no son simbolos ni poesia, solo son recuerdos que atesoro. A continuación os ofrezco un pedacito de mi corazón:


El que se vaya, es porque no tiene huevos
Esa era la última frase que escuchaban tantas y tantas personas a las tantas de la madrugada, mientras soportaban una borrachera y un largo camino de vuelta en labios de mi primo. Y es que él nunca se quería ir, disfrutaba a otro nivel de la compañía de amigos y familia, él nunca faltaba a ninguna celebración y cuando la gente se empezaba a ir el siempre se quedaba haciendo compañía hasta que se iba el penúltimo, puesto que el último en abandonar la velada debía de ser él.
Y tantas y tantas veces hemos acabado buena parte de los primos charlando y quedándonos toda la noche hablando… Hablando de todo y de nada y sin embargo sin poder dejar de hablar… Con un cubata, una cerveza o lo que se terciara en las manos y si se quedaba vacío el insistía en llenarlo y si fracasaba en ello se volvía a llenar el suyo y con esa nueva copa se reanudaban bromas y charlas entre sonrisas y carcajadas a medianoche.
Tantas y tantas veces…
Y otras tantas que ya nunca serán…
Cuantas cosas que decirte, cuantas cosas que contarte… y si por casualidad no hubiera nada que decir más valiera que te hubieses quedado con nosotros, aunque fuera para hablar del tiempo hasta conocernos el nombre de todas las ventiscas del mundo.
En Mazarrón salías de trabajar, eran las dos de la mañana, veías a Marisa que se iba de fiesta y decías: “Déjame que me duche y me voy con vosotros” y volvías a las tantas sin cansancio y dispuesto a salir de nuevo esa noche.
Recuerdo una vez que estábamos en casa de la Cua Cua y Juanjo. Si no recuerdo mal celebrábamos algún santo, puede ser que fuera San Juan de hace unos dos años. Y acabamos como siempre todos los primos presentes como siempre terminamos acabando, todos en una mesa, varias conversaciones e intercalando temas y conversaciones. Entonces salió Juanjo de la cocina y dijo: “Me tenéis de curritos hasta los cojones, iros recogiendo que me quiero ir a dormir”. Marisa se indignó vacilando, Antonio y yo reímos, y entonces el Curro dijo: “Pues vete a dormir, yo me quedo aquí con mis primos”.
Y es que es una frase tan simple, tan magníficamente sencilla que puede inducir al error. No es una noche sin alcohol la que te hace un cobarde, es abandonar, es irte, es dejar de estar con tus amigos y tu familia. Que vueltas da la vida… Habiéndote ido, tú sigues siendo el alma de la fiesta, el cariño de nuestros corazones, las amargas memorias que levantan ampollas y sonrisas en nuestra piel de madera sin lustro alguno.
Y es que últimamente sólo quedan para tu recuerdo brindis y homenajes. “Brindis” es una palabra alemana, significa: “Yo te lo ofrezco”. Por esta razón te dedicaré toda la ansiada vida que destilabas e irradiabas junto a nosotros al estar a nuestro lado, todos los momentos con los que contábamos que relataras al volver a tu casa y todos aquellas anécdotas que pronto serían recuerdos y que por la suma desgracia ya sólo quedarán en nuestra imaginación preventiva: lo que el Curro haría, lo que el Curro diría, “tendría que verte el Curro”, “¿Qué no hay huevos?, no se lo digas al Curro que acabamos liándola” Por eso todos los momentos buenos de nuestra vida tendrán un pedacito de amargura al saber que tú ya no estarás junto a nosotros para decirnos que no son horas de irse, que estando a gusto y entre nosotros no existe hora buena para volverse. Me hubiera gustado que me hubierais llevado con vosotros, ahora que ya tengo la edad, ahora que ya es tarde para tomarme unas cañas con mi Rey Mago, porque ese, era el Curro más auténtico, el Curro más verdadero, el que aparecía por la puerta a la hora de los cubatas con Solano, el que retenía a una Manoli cansada y seguía con nosotros. Ese era nuestro Curro, ese siempre será nuestro Curro.
Todos los brindis de mi vida serán para ti.
 De parte de tu primo pequeño, porque a partir de este 6 de Enero sé que hay un Rey Mago que llena mi vida de ilusiones, ese tu recuerdo, esa es tu fuerza, esa es la energía que ahora inunda mi vida. Ese eres tú…
Nunca pude decirte cuanto te quise, nunca podre decirte que hoy, ya tarde sé a ciencia cierta todo lo que te quiero.

1 comentario:

  1. Es tan fácil notar el dolor en tus palabras...
    Sabes que adoro tus escritos. Quizás yo, por conocerte como lo hago y sin conocer al Currito, sea capaz de notar como mis ojos se humedecen al leer esto.

    Un beso grande

    Una Tía Rara, para un Tío Raro

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