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martes, 4 de diciembre de 2012

Desde Murcia con amor

Un día desperte abotargado, sin saber si era inocente, sin saber si había robado.

Me levanté como quien vomita con el primer rayo de sol porque le pudre el sentirse poco más que sano.

Comencé a visionar mi casa mientras chocaba con las paredes, todo era luz, de la noche solo quedaba la sombra de mi insomnio.

Ya no había luna tras Sierra Espuña.

No podía ver nada más allá de Carrascoy.

El Mar Menor quedaba lejos y sentía su brisa en la ropa tendida de las azoteas.

Un escalofrío me recorrió la espalda y acabó por mover mi Lorca querida.

Caravaca, siendo la fortaleza, observaba como caía la ciudad que me acoge cuando sólo necesito un abrazo o una cerveza. Mi Lorca...

Comenzó de nuevo el mundo en Águilas donde el carnaval curó mis miedos en comprensiones.

Tras esto Villarobledo, días de abstracción.

¿Cual será la próxima ciudad que me depare el destino?

¿Volveré a ver el Guadalquivir de mis sueños incumplidos?

¿Cuando volveré a pisar mi Barcelona querida?

¿Cuando terminaré de ver Madrid?

Me quedan por conocer la Granada de los relatos nunca terminados y Santiago como el final del camino de mis pies pálidos como la escarcha.

¿Algún día volveré a la Florencia que aún guarda uno de mis recuerdos más queridos? Que guarda desde el puerto, desde el mirador, desde la cúpula de Santa María mi corazón en la linterna de la iglesia catedral. Que guarda en los frescos mi espiritu de los 16 a buen recaudo junto al recuerdo de Brunneleschi y de Dante en el cuadro que rompe la simetría en el lado izquierdo de la nave...

¿Podré cumplir con la promesa que le hice a mi madre hace ya años de enseñarle Roma durante semanas? Vaticano, Coliseo y Fontana son reclamos muy típicos pero os aseguro que conozco demasiados puntos en esa ciudad para tocar la piedra superviviente a mas de 2000 años de locura.

¿Podré dar y recibir un beso en la Dubrovnik de mis pensamientos más oníricos?

Vivir en Copenhage, perderme en Estambul, acostarme en las praderas de Galway...

Tantos sitios existen que me da rabia ser tan sólo un cuerpo sin mil ojos...

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